No hay nada más triste (*OK, hay muchas, muchas cosas más tristes) que sentarse a leer los nombres de las ''obras'' teareales que salen en en la cartelera de los periódicos.
Digo leer los nombres, porque jamás en mi vida he perdido el tiempo viendo una de estas porno-comedias, ni planeo hacerlo. Es una tristeza que para alcanzar
La Vida Es Sueño, haya antes que nadar entre un mar de
Mi Mujer Es El Fontanero,
Sin Nalgas No Hay Paraíso y
Orgasmos: La Comedia (¿Que demonios es
eso?). Y en el teatro del pobre genio de Charlie, el teatro
Chaplin, tener que aguantarse en cartelera algo llamado
Si La Quiere Rubia, Se La Hacemos Rubia, con la medio-advertencia, medio-amenaza-de-fuerte-contenido-erótico, a la par de la foto de la rubia en cuestión, con la cara entre un par de piernas masculinas que salen de un
speedo.
Ahora, no es que yo tenga algo en contra del material adulto o algo así, pero si tan solo pudieran hacerlo de una manera más seria, más madura, más sutil, sin la chabacanería de
Papichulo: Nadie Lo Hace Mejor, ó si por lo menos hubiera un poco de variedad entre los anunciados, fuere de cada vez que pasan
El Nica.
Y eso que todos estos títulos son sacados de
la Nación, tiemblo en pensar qué clase de
tragedias (see what I did there?) se esconden en
la Extra o
la Teja. Eso es, sí acaso tienen y no son solo artículos de hombres mutilados de la nariz o de cómo la predicción del gordo no estuvo bien por una guerra mágica entre tarotistas.
Etiquetas: costa rica, entretenimiento, teatro
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